El femicidio de Marcela Fabiana Heredia (46), en manos del exesposo de su pareja conmocionó a todos los vecinos del partido de Moreno este martes por la tarde, justo el día en que se cumplía una década del movimiento Ni Una Menos.
En detalle, Gabriel Fernando Danielo (39), ex oficial inspector de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, asesinó a Marcela de dos disparos en la cabeza con su arma reglamentaria para luego atrincherarse por unas 10 horas en su propio gimnasio.
Durante ese lapso de tiempo, él mantuvo como rehén a su expareja, Anabel Viviana Florentín (35), y finalmente terminó liberándola.
Sin embargo, su destino ya estaba marcado. Es que al cabo de varias horas de negociaciones con efectivos de la Comisaría 1ª de Moreno, el Grupo Halcón, fuerzas especiales de la Policía Bonaerense y el superintendente del grupo táctico, el femicida terminó quitándose la vida.

Mientras las negociaciones avanzaban, el cuerpo de la víctima yacía en la vereda del gimnasio ubicado en la calle Roque Sáenz Peña al 2228 esquina Centenario, del mencionado partido bonaerense.
En total, se cree que el cadáver de Marcela permaneció más de cinco horas tirado en la calle hasta que las autoridades judiciales pudieron intervenir.
La causa fue caratulada como homicidio agravado (femicidio), amenazas y resistencia a la autoridad e intervieno la Unidad Funcional de Instrucción N°2 de Moreno, a cargo de la fiscal Betiana Guilleron.
Pero como el asesino se mató, ya nadie podrá ser culpado. En tanto, ¿quién le devolverá el consuelo a la familia de la víctima? En diálogo con la presa, la hermana de Marcela expresó su completo dolor e indignación al respecto.

«Aparentemente mi hermana estaba en la parte de arriba en el gimnasio, este hombre llegó y agredió a su ex. Ahí fue cuando mi hermana bajó, parece que hubo una discusión y le dieron dos disparos por la espalda«, comentó Miriam, hermana de la mujer asesinada.
Y añadió al respecto: «No tenía por qué morir así». Además, la mujer, quien vive en Río Cuarto, Córdoba, y tras enterarse del crimen comenzó a juntar dinero por las redes para poder viajar a Buenos Aires, expresó entre lágrimas que «nadie es quien para quitarle la vida a alguien».
Miriam también cuestionó que el atacante haya dejado a «un hijo de 22 años sin su mamá». Y reveló que se enteró de la noticia a través de sus hijas, quienes dos horas después de que se produjera el asesinato, la llamaron para contarle lo ocurrido. «Tengo una mamá de 80 años con Alzheimer, esto la mata», concluyó entristecida.

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