Natalia Oreiro fue tendencia este fin de semana, pero no por un nuevo proyecto artístico ni por una aparición en televisión. La actriz uruguaya se convirtió en el centro de una fuerte polémica tras negarse a tomarse fotos con fanáticos mientras paseaba por la Feria de San Telmo junto a su marido, Ricardo Mollo, y su hijo.
El descargo de Oreiro tras la lluvia de críticas
La situación se viralizó rápidamente en redes sociales y generó un sinfín de críticas que apuntaban a una supuesta actitud “arrogante” por parte de la artista. Lejos de quedarse en silencio, Natalia decidió hablar del tema con claridad y publicó un video en el que, con tono sereno pero firme, explicó el trasfondo de lo ocurrido.

“Decir que no, no está mal”, sostuvo, dejando en claro que su decisión de no acceder a las fotos no fue por desprecio hacia sus seguidores, sino por preservar un momento privado con su familia. “No estar disponible para el deseo del otro no es un problema de uno, sino en todo caso del otro», expresó con contundencia.
Oreiro contó que, si bien al principio se mostró amable con quienes se acercaban, la situación se desbordó rápidamente. “Se empezó a juntar mucha gente y una persona comenzó a filmarme muy de cerca sin mi consentimiento”, relató. El punto de quiebre llegó cuando notó que su hijo se alejaba incómodo por el tumulto y la obligó a dejar el lugar junto a su pareja por el bien del niño.
Uno de los aspectos más delicados que remarcó Natalia Oreiro fue la protección de la privacidad de su hijo, quien, no forma parte del ambiente artístico y no eligió la exposición pública. “Es menor de edad y no me gusta que lo filmen ni que suban imágenes suyas a las redes”, manifestó.
Para cerrar su descargo, Natalia Oreiro apeló a la empatía y pidió comprensión. “Soy una persona común con un trabajo extraordinario. Disfrutar como una familia normal es un derecho que no debería parecer un lujo”, afirmó intentando dejar atrás el escándalo.
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