Emilia Attias volvió a marcar tendencia. Esta vez, desde las calles soleadas de Miami, ciudad a la que viajó en los últimos días para disfrutar de la energía del Mundial de Clubes. Pero más allá del fútbol, lo que capturó la atención de sus seguidores fue su look relajado, canchero y perfectamente calibrado para el clima tropical, que tras compartirlo en sus redes sociales ya suma miles de likes.

Con una postal enmarcada por palmeras, cielo despejado y sol radiante, Emilia eligió un conjunto que sintetiza frescura, sensualidad y estilo urbano. El punto de partida es un crop top blanco de corte básico, sin mangas y de escote redondo, que realza su figura y aporta ese aire minimalista que caracteriza a las influencers globales. La prenda deja al descubierto su abdomen trabajado y suma un guiño deportivo sin perder feminidad.
La pieza estrella, sin embargo, es la mini falda de lino en tono arena, con una cinturilla bordada en tonos tierra, dorado y negro, que recuerda a la estética tribal pero con una vuelta sofisticada. El detalle artesanal de la faja textil y la caída fluida de la falda, que parece moverse al ritmo del viento, componen una silueta boho-chic con reminiscencias playeras, perfecta para una jornada calurosa en el sur de Florida.

A los pies, Emilia optó por unas sandalias de taco medio transparente, con base nude y diseño de vinilo, una elección que estiliza las piernas sin recargar el conjunto. El calzado se integra al tono de piel y suma elegancia sin interrumpir la frescura general del look. Como broche final, luce una tobillera con detalle dorado y un tatuaje visible sobre el empeine izquierdo, que aporta un toque personal y descontracturado.
En cuanto a los accesorios, la actriz eligió mantener el código del dorado: pulseras rígidas, anillos en ambas manos y pequeños aros. El cabello suelto y al natural, con ondas suaves al viento, termina de definir la postal de moda effortless. El maquillaje es casi imperceptible, dejando que el entorno, la luz del mediodía y su actitud relajada hagan el resto.

La sesión fue producida con un estilo editorial, casi de catálogo, pero sin perder espontaneidad: Emilia camina, se detiene, sonríe y se agacha en una de las tomas, como si el glamour fuera parte orgánica de su rutina. Las imágenes, firmadas por el fotógrafo San Sacristán, transmiten una estética contemporánea que mezcla lo natural con lo aspiracional, una fórmula que Attias maneja con maestría.
Con este look, Emilia confirma su lugar como referente local de la moda con proyección internacional. Y lo hace en uno de los escenarios más icónicos del verano norteamericano, con un estilo que habla de libertad, identidad y autenticidad.
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