Un hombre de 52 años fue detenio en las últimas horas en la localidad de La Tablada, partido de La Matanza, acusado de dispararle a su pareja, antes de llamar al 911 para simular un intento de robo en su domicilio.

La Justicia recaratuló el hecho tras descubrir numerosas contradicciones en el relato del vecino en cuestión y la falta de evidencia que respaldara su versión inicial.

El hecho se reportó este martes y el principal protagonista de esta historia fue identificado como Juan Carlos Fideli.

Juan Carlos Fideli, el hombre acusado de balear a su esposa y simular un intento de robo para encubrir el caso.

Todo comenzó cuando el hombre alertó a las autoridades a través del 911, manifestando que habían entrado a robar a su casa y en medio de ese intento de robo por demás violento, habían lastimado a su esposa.

«Entraron a robar a mi casa, hirieron a mi señora y le pegaron dos tiros en la cabeza», dijo el hombre en ese llamado.

Según su denuncia, dos delincuentes habían ingresado a su vivienda por el balcón, lo golpearon, y posteriormente fueron a su habitación donde se encontraba su esposa para dispararle dos veces.

Una de las imágenes que tomaron los peritos que trabajaron en la casa del sospechoso y la víctima.

Fideli refirió que, durante un supuesto desmayo, ocurrió la agresión a su esposa, pero aun así dio cuenta de la lesión sufrida por ella.

Un patrullero y una ambulancia llegaron al lugar a las 8:15 de la mañana. La mujer herida fue trasladada de urgencia al Hospital Balestrini. Allí, los médicos confirmaron que presentaba un disparo en la oreja y otro en el hombro.

Sin embargo, la versión de Fideli comenzó a desmoronarse rápidamente. A los investigadores les llamó poderosamente la atención una serie de inconsistencias, como por ejemplo, que no se hallaron faltantes de valor en la casa y que las cerraduras de puertas y ventanas no presentaban signos de haber sido forzadas.

La pileta del baño de la casa de Fideli, repleta de sangre de su esposa.

Además, la pared por la que los supuestos ladrones habrían ingresado, según Fideli, había sido pintada apenas dos días antes y no mostraba marcas de pisadas o indicios similares de ingreso forzado.

En tanto, a pesar de afirmar haberse desmayado y no haber presenciado la agresión, Fideli declaró que su esposa tenía “dos disparos en la cabeza”, dando cuenta de la gravedad de sus lesiones.

Por otra parte, un informe médico legal descartó por completo la versión del hombre, ya que no presentaba ninguna lesión.

Durante la investigación, se encontró un revólver marca Jaguar calibre 38, junto con tres vainas servidas en el tambor y dos proyectiles intactos del mismo calibre. También se hallaron dos guantes, uno celeste y otro negro.

El arma que encontraron los investigadores en dicho domicilio.

Ante el cúmulo de contradicciones y la evidencia encontrada, la Justicia tomó la decisión de detener a Juan Carlos Fideli. El hecho fue recaratulado, pasando de ser una denuncia de robo violento a una acusación directa contra él.

Mientras tanto, la víctima permanece internada en el mencionado hospital. Su estado es grave y se encuentra luchando por su vida.



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