El mundo conoció este jueves al nuevo líder de la Iglesia Católica. Se trata de Robert Francis Prevost, quien se convirtió en el Papa número 267 bajo el nombre León XIV. Su cambio de nombre tiene una fuerte simbología vinculada a su antecesor y da señales de continuidad respecto a las políticas internacionales y religiosas que tuvo Francisco durante su tiempo.

Francisco y el entonces cardenal Robert Prevost, ahora el nuevo Papa León XIV.

Aunque por un lado el nombre “León” tiene un origen bíblico vinculado al animal, como símbolo de poder, fuerza y valentía, con fuerte anclaje en el liderazgo y el dominio y que representa a Jesús del Apocalipsis, también tiene otra referencia exclusivamente ligada a la orden de los franciscanos.

Cabe recordar que, en su momento, Jorge Mario Bergoglio eligió llevar el nombre de “Francisco” por una directa relación con San Francisco de Asís, uno de los mayores referentes en la Iglesia católica ligado a la humildad, el despojarse de los bienes materiales y las misiones.

En este caso, “León”, en la orden de los franciscanos es Fray León, uno de los principales compañeros de San Francisco, quien era sacerdote y llegó a ser confidente de los secretos del líder de esta orden. Con el apodo de “ovejuela de Dios”, el santo de los pobres llegó a tenerlo como secretario y hasta su enfermero personal.

San Francisco de Asís y Fray León, el estrecho vínculo que podría inspirar el nombre del nuevo Papa.

Se estima que Fray León fue parte de la orden de los franciscanos desde el año 1210 hasta el año de su muerte en el año 1271, con una confidencialidad recíproca entre los dos durante muchos años.

De esta forma se plantea que la elección del norteamericano, con doble nacionalidad por su tiempo de misionero en Perú, es un guiño más que especial a su antecesor, el Papa Francisco, con la posibilidad de hacerle frente a las presiones religiosas y políticas y apostando a darle continuidad a la impronta que supo darle durante sus 12 años en el pontificado.

Por otra parte, al no ser el primer Sumo Pontífice que utiliza el nombre León, es inevitable la vinculación con los anteriores líderes de la Iglesia Católica que lo eligieron. Fue entre 1878 y 1903 que estuvo allí León XIII, el último en llevar este nombre, y que sentó las bases para muchas de las discusiones que lleva adelante la institución hasta la actualidad.

León XIII fue Sumo Pontífice de 1878 a 1903, también llamado el Papa de los obreros.

Fue durante su tiempo como Papa que se lanzó la encíclica, un comunicado dirigido a todos los obispos y fieles católicos del mundo, llamada Rerum Novarum, con la que se instauró tiempo después la llamada Doctrina Social de la Iglesia, mediante la que se defiende los derechos de los trabajadores y se plantea al Vaticano con un posicionamiento estrechamente ligado a la justicia social y económica.

Con la elección de este nombre, León, el norteamericano con fuertes vínculos con Latinoamérica podría tener la intención de retomar este tipo de debates para afianzar la posición de la Iglesia Católica en ese sentido, con sensibilidad respecto a los temas sociales y un fuerte diálogo con los estados modernos para promover la educación.

 

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