El próximo 7 de mayo el cielo marcará el inicio de una transformación oculta, según predice el astrólogo Waldo Casal. Es que ese día se celebrará el cónclave para elegir al nuevo Papa. A dos semanas de la muerte de Francisco, los cardenales se reunirán para debatir y votar a su sucesor.
Mientras hay algunos preferidos y muchas teorías conspirativas, Revista GENTE habla con un experto en la lectura de la posición de los astros para entender qué puede pasar.
«El 7 de mayo de 2025, el cielo astrológico proyectará un mensaje poderoso: la Luna transitará Virgo, formando un trígono exacto con Urano en Tauro», dice Casal. Y explica: «Esta configuración sugiere un escenario de decisiones pragmáticas, detallistas y cuidadosas, aunque abiertas a cambios discretos pero fundamentales«.
Para entender más en profundidad, suma: «La Luna en Virgo invita a preservar el orden, el servicio y el análisis minucioso, mientras Urano en Tauro introduce la necesidad de transformación en las estructuras antiguas, sin ruptura abrupta, sino con paciencia y estrategia«.
Estos no son los únicos aspectos a tener en cuenta, sino que hay un matiz aún más intrigante. «La Luna se ubicará en la Casa 12, la casa de lo oculto, del inconsciente colectivo, de los procesos que germinan en silencio. Esto indica que la elección no sólo tendrá un carácter reservado, sino que el verdadero sentido de este nuevo liderazgo se irá revelando lentamente, en un proceso interno y continuo», asegura el astrólogo.
Un Papa que traerá una transformación profunda
El cónclave, que comenzará a las 16:30 horas de Roma, tiene Ascendente en Libra, signo regido por Venus. Algo que, enuncia Casal, habla de «una imagen pública enfocada en la diplomacia, el equilibrio y el consenso».
«El nuevo Papa será presentado como una figura conciliadora, moderada y justa, alguien capaz de tender puentes entre el ayer que se respeta y el mañana que ya llama», observa Casal.
Aunque advierte: «Sin embargo, tras esa imagen de orden y armonía, el cielo insinúa una transformación mucho más profunda«.
Una de las cuestiones a tener en cuenta es la posición en Plutón, planeta que está «recién iniciado en su retrogradación en Acuario», e imprime su marca subterránea en el evento. «Plutón retrógrado no rompe de inmediato: descompone lentamente los cimientos invisibles, forzando a las estructuras a evolucionar desde adentro», dice el astrólogo.
Y detalla: «El proceso que comenzará el 7 de mayo de 2025 será silencioso, invisible al ojo desprevenido, pero absolutamente irreversible: la transformación interna de la Iglesia ya no podrá ser detenida«.
Para Casal, la carta natal del momento exacto de la elección no solo consagrará a un hombre; sino que consagrará un camino. «Ese mapa astral marcará el tono, el ritmo y la dirección de las próximas décadas en la historia espiritual de la humanidad. No es sólo un Papa el que se elige… Es el destino de siglos el que comienza a transformarse«, concluye aunque señala que será fundamental hacer la carta del Papa en el momento en que sea elegido.
¿Qué predice el cielo ese día?
- Se elegirá a un Papa que, en la superficie, representará respeto a la tradición y el equilibrio.
- Sin embargo, su liderazgo actuará como catalizador de cambios profundos, imperceptibles en el corto plazo.
- Bajo su mandato se abrirán caminos hacia una Iglesia más abierta al diálogo con la ciencia, las nuevas realidades sociales y la evolución del pensamiento espiritual.
- El verdadero impacto de su elección se manifestará plenamente con el paso de los años.
- El 7 de mayo de 2025 no será simplemente la elección de un nuevo líder espiritual, ese día, en silencio, se sellará un nuevo destino para la Iglesia. Una decisión tomada bajo una Luna que exige orden y servicio, asentada en la casa 12 que oculta gestaciones profundas, con un Ascendente en Libra que busca consenso, y bajo la influencia de un Plutón retrógrado que exige mutación desde las raíces.
Algunas curiosidades del cónclave
El cónclave del 7 de mayo será el más diverso de la historia: participarán 133 cardenales, menores a 80 años y de 71 países diferentes. Se sumaron 28: en la elección de Francisco fueron 105. Lo que haría que todo sea más lento (se especula que en lugar de dos días, el cónclave podría durar cuatro).
En esta oportunidad hay más representantes de Asia y África, ambos son continentes que vienen sumando devotos. Solo un 38 por ciento de los candidatos son de Europa. Hay 12 cardenales de países que no participaron nunca.
Ocho de cada diez cardenales son novatos, y fueron designados por el papa Francisco en los último 12 años. Veinte de ellos, en diciembre pasado. Por lo que muchos apenas se conocieron en el funeral del Sumo Pontífice.
Los nombres que más suenan para sucesor son Pietro Parolin y Matteo María Zuppi (Italia), Péter Erdö (Hungría), Robert Sarah (Guinea), Fridolin Ambongo Besungu (República del Congo), Peter Kodwo Appiah Turkson (Ghana), Reinhard Marx (Alemania), Mario Grech (Malta), Jean-Marc Aveline (Francia), y Luis Antonio Tagle (Filipinas).
Ya está lista, en el techo de la Capilla Sixtina, la chimenea de la que saldrá el humo. Solo falta que se pongan de acuerdo los cardenales.
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