La muerte del Papa Francisco, conocido en buena parte del mundo como ‘el primer Papa americano’ y en Argentina más precisamente como Jorge Mario Bergoglio, sorprendió a todos. Es que el Santo Padre había reaparecido públicamente este domingo, con motivo de la misa de Pascuas que ofició en la plaza San Pedro, y aunque su estado de salud no era el óptimo, se creía que él iba a reponerse como siempre lo hizo.
Lo cierto es que el Papa Francisco falleció a las 7.35 de este lunes en la residencia de Santa Marta a sus 88 años. La noticia la dio a conocer el irlandés Kevin Joseph Farrel, camarlengo de la Iglesia Católica, a través de un comunicado. Y como era de suponerse, ni bien se conoció su muerte, en todos los medios del mundo comenzó a hablarse de su funeral.
Cómo será el último adiós al Papa Francisco
En abril del año pasado, Francisco modificó el ritual de los funerales pontificios a través de la segunda edición típica del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, eliminando, entre otras cosas, la tradición de los tres ataúdes, el catafalco y la férula papal.
En una nueva edición del libro litúrgico para las exequias del Papa, el excardenal Jorge Bergoglio dispuso una serie de modificaciones que hoy recaerán sobre su muerte.
Es que según esa publicación: «El rito renovado subraya que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo«.
Algunas de las novedades introducidas son la eliminación de los tradicionales tres féretros de ciprés, plomo y roble y la exposición a la veneración del cuerpo del Papa en un ataúd abierto y no en un catafalco tal como había sido hasta ahora.
Además, tampoco se colocará la férula papal junto al cajón donde reposen los restos del sumo pontífice durante esta exposición.
Otro cambio importante que refleja el libro litúrgico que guía el responso del Santo Padre es que la constatación de muerte ya no se realiza en la habitación del difunto sino en la capilla y que la inhumación puede darse en un lugar distinto de la Basílica Vaticana. Por lo que el Papa Francisco adelantó que quiere ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
Además, si bien se mantiene la figura del camarlengo (el hombre que reemplaza en varias cuestiones al Papá), Francisco quitó la llamada Cámara Apostólica, un colegio de eclesiásticos que asistía al mencionado cardenal durante la gestión de la sede vacante.
De acuerdo al monseñor Diego Giovanni Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas de los Pontífices estos cambios se hicieron ya que «el Papa Francisco pidió simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado…».
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